El Incidente
Dos motoristas, de camino a disfrutar de una ruta en una carretera nacional, decidieron parar en un lateral apartado para tomar unas fotos. Lo hicieron con sumo cuidado, fuera de la calzada y en el lado derecho, sin obstruir la parte transitable del arcén. Pese a estas precauciones, fueron multados por la Guardia Civil de Tráfico, argumentando que la parada era ilegal.
Asi se anunciaban estos hechos desde la cuenta de @socialdrive_es
Lo que Dice la Ley
El Reglamento General de Circulación es explícito sobre dónde está permitido detenerse en vías interurbanas. Según el artículo 90:
"La parada o el estacionamiento de un vehículo en vías interurbanas deberá efectuarse siempre fuera de la calzada, en el lado derecho de ésta y dejando libre la parte transitable del arcén".
Esto significa que la acción de los motoristas, al detenerse fuera de la calzada y en el lado derecho, estaba completamente dentro de los límites de la ley. Además, es fundamental aclarar la confusión en torno a las líneas longitudinales laterales de la vía. Estas líneas, codificadas como m-2.6, no deben ser confundidas con las líneas continuas centrales (m-2.1 o m-2.3a si son dobles), las cuales dividen carriles. La línea de borde de calzada (m-2.6) puede ser rebasada para permitir la parada o estacionamiento seguro.
La Desconexión de las Fuerzas de Seguridad
Este incidente no es un caso aislado, sino un reflejo de una problemática mayor: la falta de formación adecuada y actualización en la interpretación de las normativas vigentes por parte de algunos miembros de las fuerzas de seguridad. Es preocupante que, constantemente en redes se muestren casos en los que los agentes de tráfico demuestran un desconocimiento que lleva a sanciones injustas. Esto no solo afecta a los ciudadanos, que se encuentran con multas indebidas, sino que también deteriora la confianza en las instituciones encargadas de velar por el cumplimiento de la ley.
Conclusión: La Soberbia de la Ignorancia
Este caso de los motoristas multados por una parada legal ilustra un problema recurrente: la ignorancia combinada con la soberbia de algunos agentes de las fuerzas de seguridad. En lugar de reconocer y corregir su error, muchos insisten en imponer sanciones que no están justificadas por la legislación actual. Es imperativo que las autoridades tomen medidas para mejorar la formación y la actualización continua de sus agentes en materia de normativa vial. Los ciudadanos no deben pagar las consecuencias de una mala interpretación de la ley.